miércoles, 20 de octubre de 2010

Vetan a los jubilados y le pagan a los usureros

Al tiempo que reivindica el uso de reservas para pagar la deuda externa, el gobierno decide mantener en la indigencia a más de cinco millones de argentinos que cobran la jubilación mínima.


 Con una celeridad digna de mejor causa, la presidenta Cristina Fernández hizo publicar el viernes 15,  el decreto 1482/10 por el que vetó el proyecto de ley 26.649 sancionado en la madrugada del jueves, que establecía el haber mínimo de las jubilaciones en el 82% del salario mínimo, vital y móvil.
Tras extensas consideraciones para justificar lo injustificable, en la presentación del decreto se concluye con las siguientes afirmaciones: “El proyecto de ley implicaría destinar 9.280,32 millones de pesos para el
 período octubre diciembre del 2010 y 40.088,53  millones de pesos para 2011, no dice de dónde obtenerlos y está claro que la ANSES no los posee” y reitera: “Se trataría de una medida irresponsable que aparejaría la pronta quiebra no sólo del sistema sino del propio Estado”.
  En primer lugar habría que decir que los 9 mil millones de pesos que se necesitarían para este año pueden ser holgadamente cubiertos con los 15 mil millones de pesos previstos de superávit de la propia Anses. Y en cuanto al año 2011 baste señalar que los 40 mil millones de los que habla representan apenas un 8% del total de ingresos que el propio gobierno calcula para el Presupuesto 2011, subestimando la inflación, por lo que hablar de “quiebra del Estado” resulta cuanto menos una exageración.
Lo cierto es que plata hay suficiente para esta menguada recomposición de los haberes de los jubilados, incluso en la  propia Anses, si se destinan los fondos para eso y no para cualquier otra cosa que nada tiene que ver con los jubilados, y sin necesidad de tocar el llamado Fondo de Garantía que ya está excedido en 50 mil millones de pesos del máximo previsto por la ley, que la presidenta cambió por decreto para poder usar también ese excedente en otras cosas. Por otro lado, si su preocupación fuera el futuro de los jubilados, tiempo le sobra para proponer un impuesto, con destino específico para la Anses si quiere, sobre el juego y la minería, que con los millones que hoy se embolsan con las apuestas y el precio del oro, no le haría ni cosquillas a sus amigos empresarios, sean “nacionales” como Cristóbal López o directamente imperialistas como Peter Munk, de la Barrick Gold. Esos que “no se cansan de ganar plata con este modelo”.  

Ganadores y perdedores de “este modelo”
Hablando de las bondades de la política de su gobierno, la presidenta Fernández sostuvo el jueves 14 que “los de arriba no se cansan de ganar plata con este modelo macroeconómico”. Esto, el mismo día que anunciaba el veto a la ley que llevaba el mínimo jubilatorio a los menguados 1.400 pesos mensuales, aduciendo que de esa manera se la quería obligar a vender las acciones que tiene la Anses, con lo podría caer el precio de las acciones de esos monopolios. Se ve que le preocupa que esa pequeña mejora a los que vienen perdiendo con “este modelo” no vaya a hacer disminuir en algo las ganancias de los que “no se cansan de ganar plata”, por ser sus principales

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