miércoles, 30 de marzo de 2011

10 Medidas par reaugrupar fuerzas

Proponemos para discutir como programa de un frente popular, patriótico, democrático y antiimperialista




1. Precios máximos y eliminación del IVA a los productos de la canasta familiar. Control por los trabajadores y el pueblo de la producción, el abastecimiento y los precios. Recuperación del Indec con sus trabajadores, técnicos y profesionales. Promoción de la pequeña y mediana industria y comercio y del desarrollo armónico de la industria nacional y regional. Compre nacional, sustitución de importaciones y créditos accesibles para la pequeña y mediana empresa. 



2. Salario mínimo acorde a la canasta familiar real. Prohibición de todas las suspensiones y despidos. Blanqueo de todos los trabajadores, en primer lugar los del Estado, terminando con la tercerización y el trabajo en negro. Reapertura de las paritarias sin tope salarial. Derogación de la Ley de Asociaciones profesionales. Reapertura de las fábricas que cierran a cargo de los trabajadores, con subsidios a su 
producción.








3. Trabajo genuino para todos los trabajadores. Planes sociales para todos los desocupados de acuerdo a la canasta básica real. Universalización y aumento de la asignación por hijo. Construcción de un millón de viviendas populares en el camino a una verdadera reforma urbana. 82% y 75% móviles para jubilados y pensionados.  Supresión de la rebaja de las contribuciones  patronales a los monopolios y terratenientes. Control por sus organizaciones de los fondos del ANSES.



4. Igual salario para las mujeres por igual trabajo. Jardines maternales zonales y guarderías en los lugares de trabajo y barrios. Reglamentación completa, presupuesto y aplicación de la ley sobre violencia contra las mujeres. Declaración de la emergencia en relación a la violencia en la familia y sexual. Ley de infanticidio y de  trata. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Presupuesto para que puedan implementarse.




 
5. Reconocimiento a los pueblos y naciones originarias de sus derechos a la tierra rural y urbana, a sus culturas y lenguas, a sus derechos sociales y políticos.Eliminación de retenciones a los pequeños productores y segmentación. Recreación de Juntas Nacionales Reguladoras de Granos, Carnes, etc. que hagan realidad el  precio mínimo sostén y en origen. Nueva ley de arrendamientos en el camino de una reforma agraria que expropie a los grandes latifundios y entregue la tierra a los originarios, campesinos pobres y medios,  juventud agraria y a todo el que quiera trabajarla. Plan de un millón de nuevas chacras. Expropiación inmediata de la tierra en manos extranjeras.




6. Duplicación del presupuesto de salud, educación, cultura e investigación científica y tecnológica. Derogación de las leyes menemistas de educacióny las retocadas por el gobierno kirchnerista. Mayor presupuesto para el tratamiento de las adicciones, con centros de atención en los barrios, promoción del deporte, capacitación e inserción escolar y laboral. Desarrollo científico y tecnológico en función de los objetivos de la producción nacional y el bienestar popular. Defensa y ampliación del INTA, INTI, CONICET Y CNEA. Promoción al desarrollo de una amplia cultura popular, científica, nacional y antiimperialista.


7. Reforma impositiva: que paguen más los que ganan o tienen más. Impuesto progresivo al patrimonio de los monopolios extranjeros y grandes propietarios de tierras. Política impositiva diferencial para las PYMES nacionales. Coparticipación federal de todos los impuestos, eliminando los pactos fiscales y demás acuerdos contra las provincias.


8. Investigación de la deuda pública y no pago de la que es ilegítima, fraudulenta y odiosa. No permitir que monopolios y terratenientes se lleven sus ganancias fuera del país. Garantizar el valor del peso con un estricto control de cambios, estatización del comercio exterior con control de los productores y nacionalización la Banca, poniendo el crédito al servicio de la producción nacional y el bienestar popular.





9. Reestatización de YPF y demás empresas privatizadas, con control de los trabajadores, anulación de las leyes de petróleo, minería, etc., y castigo a quienes las entregaron y vaciaron el país. Defensa de los recursos naturales y del medio ambiente impidiendo la depredación contaminante. Aplicación plena de la Ley de Glaciares. Defensa de nuestros recursos pesqueros y anulación del acuerdo pesquero chino-argentino y con cualquier otro imperialismo. Reconocimiento histórico, moral y económico, a los Veteranos de la guerra de Malvinas. Ruptura de la alianza extra OTAN con Estados Unidos. Regreso inmediato de los soldados de las misiones militares en el extranjero. Ruptura de los acuerdos colonialistas con Inglaterra en el camino de la reconquista de los territorios usurpados y política soberana sobre el Atlántico Sur y la Antártida.



10. Democracia grande con el libre accionar para el pueblo y sus organizaciones. Aparición con vida de Julio López, libertad a los presos políticos e inmediata amnistía a todos los luchadores populares procesados. Nulidad de los indultos a los genocidas y castigo a todos los responsables materiales y políticos de crímenes contra el pueblo. Anulación de la ley antiterrorista impuesta por los yanquis y la de “defensa de la democracia” que impuso la dictadura en 1983. Anulación de la ley de Partidos Políticos. Plena libertad de prensa, radio y TV. No a los monopolios en los medios de comunicación, garantizando la expresión de las organizaciones populares. 
           






Programa que impulsaremos para reagrupar las fuerzas populares para torcerle el brazo a la política K y conquistar, por el camino de la lucha y las puebladas, un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático para avanzar hacia la revolución de liberación nacional y social. 
Partido Comunista Revolucionario
                                                                                          Enero de 2011

miércoles, 23 de marzo de 2011

a 35 años del golpe

Una vez más marchamos por conquistar memoria, verdad y justicia. Con impunidad y represión, no hay derechos humanos.
Por nuestros mártires, por los 30 mil desaparecidos, por Jorge Julio López desaparecido durante el gobierno de Nestor Kirchner luego de declarar en el juicio a Miguel Etchecolatz, por los asesinatos en el Argentinazo (2001) y demás luchas populares hasta la actualidad. En 2010 hubo 9 muertes: 3 en Soldati, 2 en Formosa, 3 en Bariloche y 1 en Barracas. Se ha golpeado a los pueblos originarios, a los trabajadores que luchan por el pase a planta permanente, hubo gatillo fácil y represión a una pueblada contra el gatillo fácil. Paralelamente crece la criminalización de la protesta social, lo que le permite al gobierno no aparecer utilizando violencia estatal física, despolitizar la represión convirtiéndola en un asunto legal, intimidar y condicionar a los protagonistas de las luchas con la amenaza de cárcel efectiva entre otras cosas.

Marchamos  La Plata  el 23 de marzo a las 17hs en Plaza San Martin


 

En Capital :

La resistencia obrera a la dictadura

Sofía Cardozo y las ceramistas de Lozadur  


El 3 de noviembre de 1977, Sofía Tomasa Cardozo, de 38 años, militante del PCR, era secuestrada junto a otros seis obreros ceramistas de la fábrica Lozadur, ubicada en Villa Adelina, en la zona norte del Gran Buenos Aires.


Quién era Sofía Cardozo
Sofía Tomasa Cardozo tenía 38 años, y al momento de su secuestro estaba en pareja con un obrero de FATE, con el que tenía una hija. Tenía dos hijos más. Vivía en una casita en Don Torcuato, cerca de la estación de tren, a tres cuadras de Campo de Mayo. Trabajaba en la sección Tazas, en la parte de producción.
Esta obrera era parte de un contingente de mujeres trabajadoras que tuvo un rol destacado en la resistencia antidictatorial. Una de esas heroínas anónimas de nuestro pueblo, que en esos años de terror fascista buscó los caminos para pelear por sus reivindicaciones. Sofía se afilió al PCR en medio de la lucha, en el año 1975, cuando ya la trinchera que dividía aguas en la Argentina era “golpe-antigolpe”.
Era conocida en la fábrica por su valentía. Dirigían la Comisión Interna en ese momento dos Montoneros, y un miembro del ERP; también dirigían Federación Obrera Ceramista, integrada por Lozadur y Cattaneo, una fábrica ubicada en Boulogne. En una asamblea que se enfrentó a esa Interna, nuestra compañera conoció a Sofía. También existía una agrupación peronista, la Azul y Blanca, con la que el PCR impulsó las luchas posteriores al golpe. Los montoneros de la fábrica, el mismo 24 de marzo de 1976, se fueron de la misma, al igual que toda la directiva del sindicato, menos uno. En la fábrica, el día del golpe “estaban todos muy tristes”.

Las obreras y obreros de la fábrica Lozadur, ubicada en la zona norte del Gran Buenos Aires, protagonizaron una de las primeras luchas contra la dictadura militar videlista.
Honrar la memoria y el ejemplo de nuestros mártires es un compromiso de honor para los comunistas revolucionarios. Por eso hoy, a pocos días de un nuevo aniversario del golpe de estado del 24 de marzo de 1976, recordamos a Sofía Cardozo y los ceramistas de Lozadur y Cattaneo.
Entre agosto y octubre de 1977, 900 trabajadores llevaron adelante un quite de colaboración y manifestaciones dentro de la planta, por reclamos salariales y contra el trabajo a destajo.
La brutal respuesta de la dictadura fue el secuestro de siete trabajadores de Lozadur la madrugada del 3 de noviembre de 1977: Felicidad Abadía, Dominga Abadía, Elba Puente, Ismael Notaliverto, Francisco Palavecino, Pablo Villanueva, y Sofía Tomasa Cardozo, que tenía 38 años, tres hijos, y era militante del PCR. Pocos días antes, habían sido secuestrados cuatro obreros de la ceramista Cattaneo, también de la zona, que estaba haciendo quite de colaboración por sus reivindicaciones y en solidaridad con Lozadur. Sus nombres: Juan Paniza, Pedro Ponce, Faustino Romero, y Jorge Ozeldine.
Inmediatamente producido el secuestro comenzó la lucha por conocer su paradero, y por su libertad. Trabajadores de Lozadur –que había reabierto luego de un mes-, ex trabajadores y familiares, fueron protagonistas de esta lucha, en la que tuvo destacada participación nuestro PCR.
A Sofía Cardozo se la llevaron de su casa, ubicada en Don Torcuato, a sólo tres cuadras de Campo de Mayo, desde donde operaban los grupos de tareas que salían a secuestrar. Una compañera de trabajo de Sofía, también militante del PCR, cuenta cómo se salvó de ser secuestrada: “Yo iba a pasar por casa para buscar ropa para mi hijo. Vivía en un pasillo, atrás del cual había una casita de un constructor. Un compañero mío, como estaba cerrada la fábrica, estaba trabajando para ese constructor y se quedó a dormir ahí. Como sabía que yo iba a llevar al chico al colegio me estuvo esperando en la esquina. Cuando llegué me dijo ‘andate porque vi al ejército hoy a la mañana, te vinieron a buscar’”.

Los obreros denuncian el terror fascista
El secuestro de los ceramistas tuvo repercusiones en el movimiento obrero. En FATE, donde trabajaba el compañero de Sofía Cardozo, se hizo una asamblea para repudiar el hecho. Los familiares de los obreros se vincularon entre sí, en gran medida por el trabajo militante del PCR. Estos familiares presentaron habeas corpus, se reunieron con dirigentes políticos y religiosos, denunciaron el terror fascista ante los organismos internacionales y periodistas extranjeros, y pasaron a formar parte de la vanguardia de la lucha democrática, vinculándose con la naciente organización Madres de Plaza de Mayo.
Los trabajadores que habían quedado en Lozadur, con gran valentía, siguieron la pelea por sus reivindicaciones, y aportaron con sus denuncias sobre el terror fascista a la tarea de los familiares. En esto trabajaron en conjunto con compañeras del PCR que habían sido echadas.
Uno de esos trabajadores que había quedado dentro de Lozadur, con el que se discutían los volantes que el PCR hacía para la fábrica, era analfabeto, y le pidió a su hija que le enseñara a leer, para ser mejor dirigente. Y en poco tiempo aprendió a leer y escribir.

Ante la OEA
Cuando vino la OEA, se organizó entre los trabajadores una delegación para ir a una entrevista. Se hizo un petitorio en la fábrica, porque no había Comisión Interna, y pidieron por nota ser recibidos:
“Los familiares de desaparecidos y trabajadores de la empresa Lozadur SAIC solicitamos una entrevista a tan digna Comisión para que los miembros de la misma tengan en su poder un testimonio más de cómo en la Argentina se violan los derechos humanos, desde el secuestro de nuestros familiares y compañeros de trabajo hasta nuestros más elementales derechos de ciudadanos argentinos, para que conozcan y nos pregunten cómo ha respondido el Área Militar 424, las fuerzas de seguridad, el Ministerio de Trabajo y el Poder Judicial a los 800 operarios ceramistas de Lozadur cuando reclamaron por mal liquidación de jornales y aumento salarial”, leemos en este extraordinario testimonio de la realidad argentina de esos años.
A una parte de estos trabajadores los citó el interventor militar del gremio, que les dijo “ustedes están apoyando a los terroristas”, y se los llevaron detenidos al Arsenal del Ejército Esteban de Luca. Fueron momentos muy difíciles, porque se pensó que serían secuestrados, lo que no ocurrió. Fracasada la presentación colectiva, los obreros no se echaron atrás, y dieron testimonio de manera individual, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre el 6 y el 15 de septiembre de 1979.
El clima de terror era palpable para los trabajadores de la zona, no sólo en Lozadur. Se conocía que la dictadura había secuestrado cuerpos de delegados enteros de empresas chicas y grandes. En los barrios humildes cercanos a Campo de Mayo se decía que “ahí se entra pero no se sale”, y se contaban casos de cadáveres encontrados dentro de camiones de transporte de carne, o quemados a los costados de las rutas, junto con neumáticos.
En ese clima, los trabajadores de Lozadur, y los familiares de los desaparecidos, presentaron un impactante “Testimonio de las violaciones a los derechos humanos en la empresa de ceramistas Lozadur”. Allí explican sus reclamos “por aumentos salariales y mejores condiciones de trabajo”, los petitorios presentados, y cómo fue la lucha: “El quite de colaboración consistió en no trabajar horas extras y no realizar la producción comprendida en el destajo”. Detallan cómo la empresa cerró sus puertas en medio del conflicto, y la instalación de “un pelotón del ejército y un oficial que nos informó del despido de 800 operarios por aplicación de la ‘Ley 21.400’”.
Luego, tras denunciar que “hasta la fecha no se han resuelto los juicios del cobro de indemnización por despido”, detallan los secuestros de los obreros ceramistas de Cattaneo y de Lozadur.
Trabajadores y familiares, junto a compañeros del PCR, realizaron entrevistas a dirigentes políticos y religiosos. Como cuentan en el Testimonio que estamos citando, al cumplirse un año de los secuestros, “pedimos que se oficiara una misa al padre Santiago de la capilla San Cayetano, ubicada en Dean Funes 950, Boulogne (a 3 cuadras de Lozadur)”. El día antes dela misa, un pelotón del ejército entró en la capilla revolviendo todo, intimidando al cura.

Un baluarte obrero de lucha antidictatorial
Este contingente de ceramistas fue parte destacada de una avanzada obrera que enfrentó a la dictadura desde el primer día, y que con su lucha la fue desgastando. Obreras y obreros que no sólo pelearon por sus reivindicaciones, y denunciaron el terror fascista, sino que tomaron posición en los grandes temas de la política nacional de esos años, como por ejemplo cuando la dictadura videlista intentó arrastrar a nuestra patria a una guerra fratricida contra Chile.
En un documento de fines de 1978, de apoyo a “las palabras de paz pronunciadas por el cardenal Samoré”, “los trabajadores ceramistas y familiares de obreros desaparecidos de las fábricas Lozadur y Cattaneo” manifiestan que “oraremos para que en nuestro pueblo nunca tenga eco la propaganda belicista que hoy, con falsos argumentos de soberanía, han pretendido confundirnos y ganar nuestras mentes para un enfrentamiento entre hermanos”.
En el mismo documento, tomando la posición episcopal de “No hay paz sin justicia”, reiteran su reclamo de “justicia en nuestros trabajos, donde los derechos fueron avasallados”, y “pedimos angustiosamente la aparición con vida de nuestros compañeros de trabajo y familiares desaparecidos”.
Treinta y cuatro años después de la lucha de Lozadur, no olvidamos, y no perdonamos. El ejemplo de Sofía Cardozo y los ceramistas desaparecidos está presente en cada combate obrero y popular por la liberación, y sus nombres son banderas que ondearán con fuerza el día del triunfo de la revolución.